escaleras

A veces pasa que los objetos conservan la apariencia de otros primeros de los que proceden (aunque la función para la que se diseñó tal apariencia haya quedado condenada) lo que provoca un festival de símbolos y emociones para los melancólicos…... A mi por ejemplo (y eso que he dejado de ser melancólica) me encantan las escaleras y me pierde también su versión motorizada. Me encanta subir cada día las escaleras mecánicas (admirar el orden cívico de hacerse a un lado), perder el equilibrio brevemente (dejando atrás las instrucciones de Cortazar), dar saltitos con los dedos sin llegar a tocar la goma….. y al el primer paso, llegar arriba.