Al deshacerme de mi moneda de la suerte me libro de mis ataduras psicológicas y supersticiones que esconden el miedo a morir. Vuelvo a ser libre de elegir y de forma valiente miro al mundo viendo la multitud de caminos buenos a mis pies

:)

perdi mi moneda de la suerte... era un penique de EUA: tiene que estar por casa, pero hace tiempo que no la veo.

:(

jaja si roge, eso mismo pensé yo

Yo jamás he tenido una moneda de la suerte, a lo más he tenido la suerte de encontrar monedas, pero no es lo mismo.

Aquello que nos ata a veces tiene más sabor a maldición que de bendición, así que cuidado.

Daniel Alberto Silanes Puentes no sabe como llegó acá.