cuatro sillas y una mesa

Escrito por Elena H a las 7:15 PM | Comentarios (0)

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escribo con los pies

Escrito por Elena H a las 2:39 PM | Comentarios (1)

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verano verano verano...

El perro de nuestro vecino Adrián tiene una lata atada a su correa. Es un perrito negro, lanudo, simpático por viejo, que me despierta por las mañanas con su ruido chatarrero tipo «recien casados». Cuando levanto la persiana se hace el tonto, hace como que está entretenido en sus cosas... ¡Ja, amigo, sólo te falta ponerte a silbar! A veces Adrián, que tiene ochenta o noventa o cien años, sale al patio y coloca alguna teja en el montón de las tejas y vuelve a entrar en su casa.

Esta mañana he hecho café y me he puesto unos guantes de ciclista de los años ochenta. Era temprano y estaba nublado y nos hemos ido a explorar los caminos en bicicleta.

Ayer ya me eché la siesta en el «Tourmalet».

Escrito por Elena H a las 11:55 AM | Comentarios (2)

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Siesta de verano

Miro al cielo azul azul, las golondrinas revueltas parecen un estampado de esos que tanto se ven ahora en falditas sueltas. Miro al cielo y detengo una nube y recuerdo el sueño que acabo de tener y encuentro una mezcla de expectativas y miedos y esa sensación pastosa que traduzco como envidia... en el sueño me voy de viaje a Canadá en manga corta y con el dni caducado. En realidad me voy en dos semanas a Noruega y es verdad que tengo el dni caducado pero mi pasaporte está a punto... y es mi novio el que está en Canadá ahora... Yo viajo con una mujer en mi sueño y espero encontrarme allí con alguién más. Todo está preparado para que nos acojan en una casa y para que abra los cajones y los armarios y encuentre pistas falsas (tenedores... por todas partes). El cielo es increiblemente azul aquí donde estoy y las golondrinas siguen entrelazandose dibujando los patrones para recortar un vestido de hilo fino y con la cintura suelta. Por ahí es por donde se escapa el sueño y si no termino de recordarlo todo y no descifro de dónde viene la envidia me da miedo que se me quede dentro... pero el cielo es tan azul y hacía tanto tiempo que no me tumbaba sin apretar los pensamientos, dejándolos sólo un instante que me pasen por dentro de los ojos...

..ese rastrillo de ahí me encanta, me lo llevaría a casa y lo colocaría allí en algún sitio importante porque es perfecto... pero lo echarían en falta para la huerta. No, es mejor dejarlo aquí, así alguna vez cuando el agua este muy fria y no me apetezca bañarme puedo acariciar el agua tumbada en el borde de la piscina y también puedo practicar a escribir con los pies en la superficie. Hoy no hace frío, hoy no.

Escrito por Elena H a las 11:23 AM | Comentarios (1)

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